Otro relato
El otro dÃa ( exáctamente el 15 de Enero), estaba en la biblioteca, como todos los dÃas en periodo exámenes. La cosa está en que me aburrÃa mucho, y el cd de Bebo Valdés y Federico Brito ayudaba a mi mente a no estar con el resto de mi cuerpo. Asà que saqué una hoja y escribà esto:
Ya hace un buen rato que llueve. Mi ventana me cobija del agua pero no de la lluvia. El agua se agolpa entre el bordillo y la adoquinada calzada de una antigua calle parisina. El diminuto riachuelo avanza anhelante, saltando adoquines y contornenándose con las nuevas gotas que alimentan su, aún escaso, flujo. Parece no adivinar que su fin se acerca, su viaje se acabará en la alcantarilla de la esquina.
Mientras, el sol parece que quiere rasgar unas nubes plomizas, unos atisbos de rayos colorean la lluvia e iluminan algunos árboles de los jardines de Luxemburgo.
Las casi imperceptibles notas de un piano acompañan, con una cálida melodÃa, al agua y al sol. Cada nota parece ser el golpe suave de una nueva gota al rebotar.
El sol parece que se da por vencido. Un refrescado ParÃs da alas a mi imaginación y un billete de tren a mi corazón.
El otro dÃa ( exáctamente el 15 de Enero), estaba en la biblioteca, como todos los dÃas en periodo exámenes. La cosa está en que me aburrÃa mucho, y el cd de Bebo Valdés y Federico Brito ayudaba a mi mente a no estar con el resto de mi cuerpo. Asà que saqué una hoja y escribà esto:
Ya hace un buen rato que llueve. Mi ventana me cobija del agua pero no de la lluvia. El agua se agolpa entre el bordillo y la adoquinada calzada de una antigua calle parisina. El diminuto riachuelo avanza anhelante, saltando adoquines y contornenándose con las nuevas gotas que alimentan su, aún escaso, flujo. Parece no adivinar que su fin se acerca, su viaje se acabará en la alcantarilla de la esquina.
Mientras, el sol parece que quiere rasgar unas nubes plomizas, unos atisbos de rayos colorean la lluvia e iluminan algunos árboles de los jardines de Luxemburgo.
Las casi imperceptibles notas de un piano acompañan, con una cálida melodÃa, al agua y al sol. Cada nota parece ser el golpe suave de una nueva gota al rebotar.
El sol parece que se da por vencido. Un refrescado ParÃs da alas a mi imaginación y un billete de tren a mi corazón.
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