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Rarezas

Vuelvo a la carga. No sé de lo que hablar, ¿ qué contaros? Sucesos, historietas,... creo que no sirvo para eso, a mi lo que se me da bien es escribir sentimientos. Es con lo que me siento más cómodo. Hoy os voy a poner un sueño que me resultó bastante curioso.

No sé que hago aquí, pero no tengo tiempo a pensar por qué,... Estoy con un amigo, pasa una rata y le lanzó un objeto y la mato. Pasa una segunda rata, como un deja-vu y hago lo mismo. Una tercera y lo mismo.
Estoy en el cuarto de baño. Me voy a quitar las lentilla. Me saco una, y al dejarla en el estuche con líquido, éste se vuelve rojo sangre, como si hubiese en la lentilla sangre. Me miro las manos, debe ser las ratas que me matado,... pero mis manos estan limpias. Con miedo me miro los ojos, ... los ojos están bien, un poco enrojecidos nada más. Voy a limpiar la lentilla con agua, y la lentilla como si fuera de plastico finísimo se deforma y me llena la mano.

Ya está, no me acuerdo de más.

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Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -
A veces me gustaría escribir como Pau , joder qué fluidez, yo que me atranco con los reniegos pseudorománticos que no llevan a ninguna parte. Tengo que desarrollar más aptitudes literarias. Pero no sé de qué escribir. Estoy muy ilusionado con lo que estoy viendo aquí, tengo proyectos ideas y un montón de cosas que voy a disfrutar. Pero no me apetece hablar de eso. Sinceramente, creo que no podría. Siempre la misma referencia de amor y enamoramientos. Claro que hay, siempre acaba uno siguiendo alguna falda, aunque podría ser cualquier otra. Pero es esa porque te sonríe mucho o te roza de vez en cuando la mano. Y empieza la estúpida frustración de pensar que no le gustas. Que probablemente sea verdad, pero al fin y al cabo, todo va sobre convencer y conquistar. Con alguien discutía el otro día que si esperabas a que una chica viniera a decirte lo guapo que eres y lo muy enamorada que está de ti lo llevaba claro. No me canso de las faldas pero me canso de hablar de ellas. Me da miedo cans