Ir al contenido principal
Denmark Freakland II

A raiz del fin del post anterior, continuaremos poniendo a caldo a los daneses. Que tienen muchas cosas buenas, pero otras que no lo son tanto. Lo del tomate frito es algo que me saca de quicio. No tienen tomate frito, tienen solo tomate natural en lata. Y ni siquiera licuado, es un tomate entero en caldo... Si quieres el exótico tomate hecho pure, tienes que comprarlo en un supermercado más caro. En fin... nadie ha pensado que si vende el tomate ya frito se ahorran el freirlo, porque seamos realistas cuanta gente se toma el tomate de lata natural, o al horno... Muy probablemente lo frían. No tiene demasiado sentido, Solis tiene aqui un nicho de mercado impresionante!! Todas las madres que tengan que hacerle el arroz a la cubana a sus retoños se ahorrarían 20 minutos; ya vale aquí no hacen arroz a la cubana, pero harán algo con el tomate... smollgrod o como se diga... si es que lleva tomate... bueno lo que sea con tomate. Yo me paso veinte minutos sofriendo el tomate, es odioso... sobre todo cuando Solis te ha mal acostumbrado. Tampoco vamos a machacar a los supermercados daneses. Tienen cosas muy buenas, ejemplo: el pan , tu te compras un paquete con un par de vienas de pan que las metes en el horno y ¡tachán! pan caliente. No es que sea la gran revolución, es más yo prefiero la barra de pan de cuarto comprada en el horno pero bueno... que está bien. Más cosas raras... ¿ por qué no tienen yogures en envase individual? Solo hay yogur en tetrabrick o envases de litro... Eso sí, tienes de kiwi, piña, fresa, plátano, papaya,... Y no tienen ni natillas, ni flan, ni cuajada,... nada... de postre ( es que tampoco toman postre) tienes yogur o fruta... y yo que soy estudiante o tengo yogur ( natural y azúcar) o la fruta de la semana ( la de oferta).
Más cosas, para acabar de poner de vuelta y media a la distribución danesa. No tienen pescaderías ni carnicerías ( obviamente charcuterías tampoco, no tienen fiambre...), el pescado ( o salmón o arenque ) está congelado en filetes... Y la carne en bandejas... Nada que no puedes ir a un supermercado y decir quiero esto cortado así o asá... nada, te tienes que ir a una carnicería ( que solo he visto una) o pescadería ( he visto dos, y una de ellas ambulante).
En fin... que si Consum viene aquí yo creo que puede triunfar... o si no, por lo menos, hacernos un favor a los españoles

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Buah, ni el mejor Solís es comparable con el tomate natural frito que uno se haga en casa.
Antes muerto que permitir que un bote de tomate frito entre en mi casa.
He dicho.
F.
Quique ha dicho que…
Tomate frito power... muxo mas rápido y facil.
Y jei a mi me gusta hacer capoeira, y tambien las gafas, se pueden alternar!
sulaco ha dicho que…
¡Jó! El problema del tomate frito aquí no lo sufrimos. No hay la variedad que hay en España, pero hay. Sobre lo del pescado, si te paras a pensar en la mierda de mar que hay por aquí, conocido por el Mar del Norte, aunque lo podrían llamar el mar Muerto, lo entiendes. Salvo el Haring (creo que son arenques), este mar sólo produce gas y petróleo. Así que se entiende que el concepto de pescadería sea muy avanzado para ellos. Entérate de si hay mercado los sábados porque ese va a ser el único lugar en el que puedas encontrar pescadería y carnicería.

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -
El retorno del "lledai". Cierto es que he vuelto a España. Un par de comentarios, en el post anterior, hechos en los últimos días me han recordado que tengo un blog ( varios, pero dejémonos de vanidades ); así que me dispongo a retomar esta tragicomedia que es el relato, sesgado, de mi vida. Es comprensible que para recomenzar tome como punto de inicio mi vuelta a España, sé que muchos estás impacientes de que relate con extremo detalle las aventuras más sucias que me hayan ocurrido por mis viajes europeos. No obstante, éstas os defraudarán ( me han defraudado incluso a mi) y las dejaré para siguientes posts. Mi regreso a la provincia carpetovetónica que figura en mi DNI, ha sido muy relajada. Me habían hablado mucho del síndrome post-erasmus, y todas sus malignas consecuencias, que van desde el apuntarse a una academia de español, para conocer más chiquitas extranjeras, al suicidio por inhalación de gas. Lo veo de un dramatismo exagerado, yo he vuelto y tanto mi cuerpo como