Ir al contenido principal
Cocina Erasmus II

Pues continúamos con el tema, y pasamos al segundo volumen.

Pero claro, si te ha picado el gusanillo, y te cansa comer todas las semanas lo mismo, decides investigar un poco más ( aunque más adelante te darás cuenta de que acabarás comiendo todas las semanas lo mismo, pero bueno). El primer nivel y coincidiendo con que ya llevas 5 meses fuera de casa, y estás en pleno invierno, decides hacerte una sopa. La primera sopa, obviamente, es medio litro de agua, un dado de caldo de pollo concentrado, y espaguetis troceados. Sinceramente está bastante malo, pero está caliente, y ya te sientes como una abuela cocinando. Los siguientes pasos son la incorporación de verduras a la sopa ( ¡vaya ya puedes usar ese apio que compraste hace 3 meses! ), y posteriormente te harás tú tu propio caldo con pollo real o ternera real, pero con calma, todo llegará. Este "estudiante-sopero", será la envidia de sus colegas de otros países no latinos que en su vida han hecho una sopa, y se siguen alimentando a base de pan de molde con mermelada.

Aunque en tu vida te parece plena y abundante, te sigue quedando eso de no comer como en casa. El siguiente paso es comprar carne, al principio comprarás pollo, que acabarás haciendo al horno con patatas y cebolla, o si eres vago: frito. Si te encuentras, con ganas de ser un gran chef en carne, no dudarás en comprarte ternera y hacerla a la plancha, está muy buena, y siempre puedes acompañarla de las caloríficas patatas fritas. Si consigues pan normal, tendrás una comida plena y agradable. Carne, pescado, pasta, arroz y huevos,... ¿qué más se puede pedir?. Llegados a este punto, o te quedas en él, satisfecho en tu carrera meteórica en el mundo de la gastronomía, o por el contrario, decides que tienes que romper límites, y que quieres cocinar como tu madre o como tu abuela. Este nivel al que has llegado, "estudiante-cocinero", es un nivel satisfactorio para casi todos, pero no para aquellos, que como yo, nos traiciona nuestro estómago, y cada vez quiere más y mejor.

A partir de ahora, lo que vienen son especializaciones en diversos campos. El más común suele ser el campo de "comida patria". Esto viene a ser que te dedicas a buscar esas recetas que te recuerdan a tu país. Los platos pueden variar desde Migas, a Paella, o Gazpacho,... diferentes niveles de dificultad pero todos los platos sorprendentes al paladar ( sobretodo la primera vez que los cocinas). Claro que en este tipo de nivel "cocinero-patrio", nos encontramos con fronteras en el país que nos acoge, es decir, lo llevas claro si intentas encontrar morcilla en Dinamarca para hacer un arroz al horno. Para grandes problemas, grandes soluciones, siempre hay sustitutivos, aunque el plato no quede con la misma calidad, pero bueno, lo has hecho, que es lo que cuenta. Y a este nivel, se le puede añadir los productos delicatessen que encuentras en los supermercados. Esto último ya es para los que tienen un alto nivel adquisitivo, y ganas de ser un poco snob.

También te puedes especializar en comidas de otros países. El ejemplo más común es el italiano, consigues un nivel en la cocina de pastas propio de un restaurante, espaguetis al gorgonzola, pasta "al forno", ... o incluso te haces tú tus propias pizzas. Esto es bastante común si eres vecino de algún otro estudiante de intercambio que cocine decentemente, y te enseñe algunas cosas. Intercambio cultural, ¡olé!.

Tenemos otro tipo de especialización, que es la panadera. Es decir, si eres un poco goloso, y pasas de comprarte pasteles cada vez que te apetece uno ( que suele ser cada hora y media), pues buscas recetas para hacer pasteles. Lo más probable es que acabes haciendo bizcocho con algo, desde mi experiencia, lo he hecho con chocolate, vainilla y plátano, están bastante buenos, y es un triunfo asegurado con las centro-europeas que les encantan esas cosas.

Desde mi humilde punto de vista, poco queda más que comentar. Si alguien ha investigado en otros campos que lo diga.

Mi siguiente paso es la preparación de postres y salsas, ya os contaré.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -
A veces me gustaría escribir como Pau , joder qué fluidez, yo que me atranco con los reniegos pseudorománticos que no llevan a ninguna parte. Tengo que desarrollar más aptitudes literarias. Pero no sé de qué escribir. Estoy muy ilusionado con lo que estoy viendo aquí, tengo proyectos ideas y un montón de cosas que voy a disfrutar. Pero no me apetece hablar de eso. Sinceramente, creo que no podría. Siempre la misma referencia de amor y enamoramientos. Claro que hay, siempre acaba uno siguiendo alguna falda, aunque podría ser cualquier otra. Pero es esa porque te sonríe mucho o te roza de vez en cuando la mano. Y empieza la estúpida frustración de pensar que no le gustas. Que probablemente sea verdad, pero al fin y al cabo, todo va sobre convencer y conquistar. Con alguien discutía el otro día que si esperabas a que una chica viniera a decirte lo guapo que eres y lo muy enamorada que está de ti lo llevaba claro. No me canso de las faldas pero me canso de hablar de ellas. Me da miedo cans