Ir al contenido principal
Éxito

Me he vendido a la discusión fácil sobre estupideces. He triunfado como escritor. Esto se ha convertido en una especie de prensa rosa tirando a amarilla. Jajaja, al fin, me postea la gente, a pesar de que me haya vendido. Me siento una putilla barata. Te da cierto poder mediatico.
Así que autodefino como chatarrero de esencias. No tiene mucho sentido, pero bueno, ahora casi nada lo tiene. Pero prometo dejar estas chorradas, y el proxímo post es de estupideces pero con sentido y cuidadas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
La verdad es que las personas somos un conglomerado de actitudes, ideas, idealismos, metas, simpatías, inquietudes... Todos tenemos un poco de todo. Hasta el más correcto 23 horas al día, se reserva 1 hora para ser un cabrón, un estúpido o, un payaso... Esta vez de vez en cuando permitirse un respiro. No es un desliz ni hay que pedir perdón, ni sentir que uno se está vendiendo. No seamos hipócritas. Ninguno somos perfectos ni constantes... Somos muchas cosas. Quisiéramos ser siempre "las cosas buenas" pero, admitamos y disfrutemos del hecho de ser desastres a veces o de hacer lo que hace "el rebaño"... Relax :)

PD: hoy he sido un poco rebaño al inicio de la función... luego engañé al lobo y me escapé. Pero ahora no hay más ovejas a la vista.
Quique ha dicho que…
Vaya... era un post un poco menos serio. qué contestación más potente. Cuidado con las ovejitas son traidoras y chivatas.
sulaco ha dicho que…
No se puede tener todo, lectores y comentaristas, especialmente con relatos y cosas serias. La prostitución blogosférica no importa, compara tus comentarios con los cientos por anotación que hay en las más famosas y verás que estás casi intacto.
Tu prostitución viene por tu desdoblamiento y tu afán en cada uno de esos sitios de que la gente vaya a los otros. Si apuntas hacia audiencias diferentes, deberías no tratar de transferirlas de una bitácora a otra. Eso sí que es un poco barriobajero.
Quique ha dicho que…
bueno bueno bueno... barriobajero suena despectivo... digamos vulgarmente audaz.

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -
El retorno del "lledai". Cierto es que he vuelto a España. Un par de comentarios, en el post anterior, hechos en los últimos días me han recordado que tengo un blog ( varios, pero dejémonos de vanidades ); así que me dispongo a retomar esta tragicomedia que es el relato, sesgado, de mi vida. Es comprensible que para recomenzar tome como punto de inicio mi vuelta a España, sé que muchos estás impacientes de que relate con extremo detalle las aventuras más sucias que me hayan ocurrido por mis viajes europeos. No obstante, éstas os defraudarán ( me han defraudado incluso a mi) y las dejaré para siguientes posts. Mi regreso a la provincia carpetovetónica que figura en mi DNI, ha sido muy relajada. Me habían hablado mucho del síndrome post-erasmus, y todas sus malignas consecuencias, que van desde el apuntarse a una academia de español, para conocer más chiquitas extranjeras, al suicidio por inhalación de gas. Lo veo de un dramatismo exagerado, yo he vuelto y tanto mi cuerpo como