Ir al contenido principal
Manatí refulgente

Curiosamente, si en el Google buscas: "ligar danesas"; la primera entrada que te sale es este esplendoroso blog, que lejos de cualquier cosa te explica como ligar con las danesas.
Si bien es harto dificil ligar con nuestras paisanas las españolas, lo de hacerlo con las danesas es tarea casi imposible.
Pero no os desanimeis, buscadores de caminos nórdicos, yo os daré un par de consejos, que aunque no os vayan a servir mucho en la práctica pueden hacer las delicias de vuestros contertulios en una charla para poner a parir a las bellezas vikingas.
Primer punto. Las danesas funcionan por estímulos físicos, no intentéis venderos como el romántico carpetovetónico dispuesto a llevar una rosa atragantada por ellas. No, demostradlo directamente; poned vuestra peor cara y afilar los ojos, acercad vuestro asimétrico cuerpo a su cálida cadera y rezad a Odín. Si no funciona ves a por la siguiente, probablemente no encuentres más de 7 diferencias.
Segundo punto, y último, que estoy canasado. Las danesas de noche son lo que se conoce vulgarmente como calienta braguetas. Se acercarán, bailarán contigo apretando las nalgas contra tus no-nalgas, y luego cambiarán de pareja. Asúmelo como normal, y espera la siguiente. ¡Ah! De día son imposibles e inaguantables, intetad pillarlas al atardecer o al amanecer. Qui poderes capere, capiat.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey...
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -...
Doblar una esquina Sabios de todas las civilizaciones han debatido infructuosamente sobre el curioso fenómeno de doblar esquinas. Dos planos perpendiculares que forman una estructura tan rígida que ningún ser humano es capaz de alterar con sus propias manos, pero que hasta el más torpe es capaz de doblar. Pese a que lo habitual es doblarla andando, también se puede hacer corriendo, saltando, en bicicleta e, incluso, haciendo la croqueta.  Por lo que tengo entendido fue Periacóntodo, filosofo griego y panadero en su tiempo libre, el primero en identificar este fenómeno. Pese a ser ninguneado por sus coetáneos - a Zenón de Elea le pareció una idea absurda incluirlo en su libro de aporías - sus ideas han transcendido hasta la actualidad.  Fue desafortunado que Periacóntodo vivirá en la única aldea de Grecia menor en la que no se diferenciaban los conceptos de interior y exterior. Dicha particularidad supuso que fueran esquinas tanto el cruce exterior de los muros co...