Primavera... De vuelta a la realidad Erasmus, y dejando un poco de lado la actualidad mundial, vamos a centrarnos en la primavera Erasmus. Primavera, obviamente suena a jovenes con un remanente de hormonas y, a los más responsables, a trabajos y exámenes. Todo eso se junta en un clima, que hemos denominado Erasmus en muchos casos, y genera las barbacoas, picnics y demás escusas para quedar a ver a las féminas enseñando carne. Recordemos que en estos paises nórdicos llevamos meses sin ver ligereza de ropa. Claro ante tamaña exhibición de carnes, uno también quiere mostrar sus carnes morenas hispánicas; y un servidor se pone en manga corta. La consecuencia obvia, y que de facto así ha acontecido, es que el sujeto en cuestión, con un sistema inmunológico acostumbrado a las cálidas temperaturas del sur de europa, se resfrie. Así que aquí me tenéis, en casa, con dolor de cabeza, un tapón en el oido para que no se me enfríe y me duela y pocas ganas de cualquier cosa. La cuestión es que caigo...
Cuaderno de filosofía de un manatí.