Ir al contenido principal
Cosas del mundo

Sí, se que he faltado ligeramente a mis obligaciones como profeta del blog, pero bueno, no pasa nada, pienso retomar la asiduidad que antes me caracterizaba. Envidio a Priscila, que actualiza muy a menudo y siempre con ideas muy frescas. En fin, os tendréis que conformar con lo que os ofrezco.
¿ Qué comentaros hoy? Sí bueno, sé que después de tanto tiempo debería tener miles de cosas que contar, pero no es así.
Ah ya sé! El otro día pensaba en que tenía que escribir sobre esto en el blog, pero claro, lo dejo pasar... Bueno la cosa surgió porque me fije en una autopista en un cartelito, minúsculo, que señalaba la altura de un panel que cruzaba por arriba la calzada. Primera idea, ¿ para que servirá dicha información?; respuesta instantánea de mis más avispados lectores: para los vehiculos que excedan de la altura. Y mi consecuente respuesta: ¿de qué te sirve si vas a la autopista a 90 km/h ( es un decir, he visto camiones cruzar la barrera del sonido mientras la piara de cerdos que transportaba gemían confusos gritos de auxilio) ver un cartel cuando estas a 5 metros, que te dice 4'15... y la nave espacial que llevas mide más? Es algo asi como un cartel que pone: ¡Sorpresa! Te vamos a revanar el techo del camión... Porque no irás a parar, y si consiguieras meterte en el arcén, ¿ qué haces? ¿ llamar a la grúa? ... si un poco subrealista, la solucion sería que un helicóptero de transporte te sacara de ahí... En fin, si alguien lo sabe que me lo explique...

También estoy recordando otra cosa que siempre me ha llamado la atención, el celeberrimo término " Abre fácil ". A ver, ¿es tan difícil llamaro " Abra por aquí" ? Vamos, porque no entiendo esa manía de frustrar al consumidor. He visto abre-fáciles, que ante 10 minutos de desesperación le he clavado unas tijeras como quién finiquita al león que estaba a punto de devorarle. Es horrible, desde los tetrabricks de leche, que claro... abre facil, haces tu triangulito, estiras,... plash... toda la leche repartida entre tu ropa, el banco de la cocina y el suelo... genial...
Otro gran ejemplo, aunque aun no se si ha conseguido incoporar un abre-fácil, es el tipico paquete de papas. Que con la mejor intención del mundo tiras a abrir, y dejas el paquete cual bolsa de plástico triturada por el corta cesped,... y las patatas en un acto de rebeldía libertina tiran a correr por toda la mesa... y claro te tienes que acabar el paquete porque o te pones a zurzir el plástico o no hay manera.
Otro conocido abrefácil es el de las latas de conservas... anillita... todo hay que decirlo, suele funcionar y muy bien; pero la cara de ganso que se nos queda cuando te quedas con la anilla en el dedo a modo de sortija, es para hacer un cuadro. O tienes un abrelatas o la tiras,... bueno también estará por ahi quien le clave un cuchillo o la lanze contra el suelo,... cada cual sabrá lo que hace... a mi, desde luego, en casa no me dejan...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -
A veces me gustaría escribir como Pau , joder qué fluidez, yo que me atranco con los reniegos pseudorománticos que no llevan a ninguna parte. Tengo que desarrollar más aptitudes literarias. Pero no sé de qué escribir. Estoy muy ilusionado con lo que estoy viendo aquí, tengo proyectos ideas y un montón de cosas que voy a disfrutar. Pero no me apetece hablar de eso. Sinceramente, creo que no podría. Siempre la misma referencia de amor y enamoramientos. Claro que hay, siempre acaba uno siguiendo alguna falda, aunque podría ser cualquier otra. Pero es esa porque te sonríe mucho o te roza de vez en cuando la mano. Y empieza la estúpida frustración de pensar que no le gustas. Que probablemente sea verdad, pero al fin y al cabo, todo va sobre convencer y conquistar. Con alguien discutía el otro día que si esperabas a que una chica viniera a decirte lo guapo que eres y lo muy enamorada que está de ti lo llevaba claro. No me canso de las faldas pero me canso de hablar de ellas. Me da miedo cans