Ir al contenido principal
Tanto snobismo me va a matar

Hoy he tenido discusión el fotolog, todos podéis leer lo que ha pasado. En serio que no entiendo a esta gente, van de eruditos del punk, y si no piensas como ellos no eres tan punk como ellos. Son tan hipócritas, tan necios,... Creen que por llevar una cresta, o una chupa con pinchos ya eres lo más punk del mundo. Y ellos se declaran contra las modas, no quieren ver que es otra moda más. Mal que les pese, es así. Tengo que reconocer que ha habido un momento que me han alterado demasiado, y a uno le he puesto algo así como metete un palo con pinchos ( que es muy punk ) por el culo y metete de paso tu prepotencia. No se que buscan, no me conocen de nada. Yo creo que quieren ir de resabidillos, como esos niños repelentes del colegio, que siempre te decían no es así, es “asá�. Son como los pijos de lo alternativo, ellos se creen que ellos son lo más punk, que los demás no tenemos ni idea. Pues conozco a gente que seguro que no es como ellos, y sabe mucho más de punk. La cosa no esta en quién es punk o no, la verdad es que me da igual, y yo me autodenomino como quiero, estaría bueno que otro me dijera lo que soy yo. No, el problema viene de que hay gente en este mundo que se cree superior a todos los demás, y encima se disfrazan de liberales. Sí, sí, a nosotros nos cae bien todo el mundo,... que piense como nosotros. Mirad fascistas de lo alternativo, cada uno está en su derecho de ser lo que quiera, y vosotros no tenéis ninguna autoridad para decir quien es qué. Si no os gusta NOFX, ni lagwagon, ni green day,... MEJOR!!!! Más para mi,...si os creéis más alternativos por beber hasta caer redondos, hinchaos a porros, y meteos una buena chuta para alegrar la fiesta,… alegraos por que yo no os quitaré nada de eso, todo para vosotros.
En contraposición a todo esto, ayer conocí a Just Eme, una chica que le gusta el punk más clásico, punk 77 :D, y con una chica con la que me encantó hablar, y me encantará seguir conversando. Just Eme, un placer conocerte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey...
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -...
Se sentó en el banco de piedra. Cerró los ojos para mantener en su mente la imagen de los árboles y el césped de un verde intenso. Paró todos los pensamientos que podía parar, y se centró en su respiración, en las inspiraciones y en las expiraciones. El aire entraba por la nariz, pasaba por el pecho y tocaba el estómago, hacía el camino inverso y salía por la boca.  Siguió así hasta que noto que el exceso de oxígeno le daba esa extraña sensación de salir de sí mismo. Podía verse desde fuera, y su yo observador no era más que un halo sin forma que podía ver. Se sentó a su propio lado. Concentración. Cuando dejó de escuchar su propia respiración pudo escuchar la suave brisa que remecía las hojas. Más, más intenso. Se olvidó del viento y de las hojas, y de su respiración. Más allá, le empezaban a pitar los oídos de la intensidad con la que se concentraba en ellos.  Lo consiguió, escuchó la hierba crecer, en su infinitamente pequeño movimiento. El crujido de la hierba auto-creándose para a...