Ir al contenido principal
Suena... y cómo suena.

Hoy hemos sonado genial. Se respiraba música en el ambiente ( además de los 80 cigarros que se habrán fumado entre Javi, Santi y Mon). Las canciones nos han salido todas ( casi ) con una potencia y un ritmo...!!!. Estoy muy contento.
Santi, como es usual, estaba emocionado cantando y tocando, escuchando como la melodía quebraba el aire. Los cambios de rimo que hacíamos nos sorprendian a nosotros mismos. Con algún gesto de imitación de Me first o de los Ramones, me miraba y me sonreia, sabía que sonaba genial. Yo mientras daba saltitos al más puro estilo "me estan dando calambrazos en las piernas", pero yo estaba más contento que unas pascuas. Con mi delirio musical y mis desenfrenadas escalas bajísticas miraba a Javi, con sonrisa burlona le sacaba la lengua, y él captaba lo que le quería decir: "wau" tio, cómo suena!!. Javi hacía estallar el bombo inyectando a las canciones unas dosis de adrenalina desmesuradas. Solo había que verlo como disfrutaba al ver que le salía bien y que algún improvisado "platillazo" encajaba perfectamente en la canción,... mientras miraba a Mon, diciendole a éste con esos ojos tan expresivos que tiene: esta vez sí, suena... que ni Sabina!! Mon arropaba toda la melodia con un sonido distorsionado y sucio... qué punk! Y sentado sobre un altavoz viejo como si de Clapton se tratase, imaginaba que haría "el Hefe" para mejorar lo que estaba tocando... probablemente nada... porque sonaba genial... y así se lo hacia entender a Santi con un guiño y un incomprensible "genial tio!" que salía de sus labios, labios que sostenía un cigarro a la vez que intentaba pronunciar algo que ni siquiera se iba a escuchar.

Estos somos nosotros, New Punk Youth, y probablemente tocaremos en Febrero en la Republicca, os esperamos a todo. Es nuestro sueño, ¿ nos acompañas?
"¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son."


Javi, Santi, Mon y Kike (yo)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sería el crujido de los neumáticos, o quizá la noche, más que la noche la imposibilidad de que fuera cualquier otro momento del día excepto la noche. El abrupto deslizarse del automóvil por aquel camino sin asfaltar, atravesando el polvo en suspensión y moviéndonos a espaldas de las casas que tenían ventanas apagadas de gente durmiendo. Esa gente que se dormía a las once para trabajar al día siguiente, esa gente que encontraba su realización en la jornada de ocho horas y una familia que apagaba su vida al encender la tele. Nos sentíamos guardianes de sus sueños, Morpheos, viviendo lo que ellos sólo anhelaban inconscientemente porque habían dejado de anhelar al tiempo que aprendieron a callar. Colándonos por las rendijas de sus contraventanas para desnudar su lívido, para crispar su aceptación muda de la realidad. Nosotros que mirábamos esas ventanas mientras nos comíamos a besos y nos desnudábamos del todo, anhelando el siguiente beso y el siguiente gemido. Nosotros que eramos los rey...
Aquel lugar olía como un camión abandonado, o al menos eso era lo primero que se le venía a la cabeza al pensar en ese olor a húmedad, a cerrado, humo de tabaco, a sudor y a alguna otra cosa imposible de descubrir. Aunque le repgunaba el lugar no podía dejar de sentir esa suave atracción por ella cada vez que se agachaba y dejaba entrever lo que ocultaba su blusa. Lo había hecho ya varias veces, y cada vez, le daba más la sensación que lo hacía a propósito. Y no porque él le gustara, si no porque ella quería gustar. Era algo parecido a un tanteo de fuerzas, un " a ver hasta donde llego". La música seguía sonando, estallando contra las paredes que temblaban a cada beat . Era un sitio pequeño, oscuro y ruidoso. Pero aun así lograba concentrarse sólo en el pecho que ella movía desde sus hombros, y no en su cara que se perdía en una lluvia de luces multicolor que deslumbraban intermitentemente, y no permitían ver nada con claridad. Él se acerco. - Te invito a tomar un café - No -...
Insomnio devengado de los días que llegarán, que serán inmediatos a mi partida. Que serán los portales de mi viaje al otro lado del océano. Del viaje que no es viaje, si no emigración, porque lo dicen las autoridades, porque lo dice el visado, porque pone Residente Temporal en Chile. Porque me muero de miedo. Porque no sé qué voy a encontrar, pero como siempre tengo la dulce sensación narcótica de que allá encontraré a mi ideal de mujer etérea e ilustrada; como si no hubiese aprendido aun que es mentira. Miedo, también, porque no sé qué voy a hacer con mis días, si podré ayudar, si daré la talla, si no me vendré abajo. Se anda cancerando el alma de vacío, ya sin sentimientos, ni ganas de escribir, ni ganas de nada. Sólo un miedo, que ni siquiera es miedo, que es tensión y desconocimiento. Pero nada más. ¿Irá con los años?