Tardes de angustia
En otra tarde de estudio poco fructÃfera, he vuelto a caer en la tentación del papel y el boli. En un cara de la hoja unas ecuaciones de la inflación y en la otra:
Tú, dormida en el sofa sin brazos, y yo mirándote.
Tu te despertaras y te diré: vamos a pasear.
Pero esta vez quitate los zapatos y los calcetines,
deja que tus pies se mojen con la tierra húmeda,
húmeda no de lágrimas si no de lluvia resfrescante y soñadora.
Hundirás los pies en el barro y mirarás como mueves esos dedos pálidos,
embarrados pero frescos.
Y ya no llorarás más sola, yo lloraré contigo, y la lluvia llorará con nosotros;
para que las gotas se mezclen con nuestras lágrimas.
Ven, vamos a mojarnos...
-Encantado de conocerte atenea (no se cómo te llamas) -
En otra tarde de estudio poco fructÃfera, he vuelto a caer en la tentación del papel y el boli. En un cara de la hoja unas ecuaciones de la inflación y en la otra:
Tú, dormida en el sofa sin brazos, y yo mirándote.
Tu te despertaras y te diré: vamos a pasear.
Pero esta vez quitate los zapatos y los calcetines,
deja que tus pies se mojen con la tierra húmeda,
húmeda no de lágrimas si no de lluvia resfrescante y soñadora.
Hundirás los pies en el barro y mirarás como mueves esos dedos pálidos,
embarrados pero frescos.
Y ya no llorarás más sola, yo lloraré contigo, y la lluvia llorará con nosotros;
para que las gotas se mezclen con nuestras lágrimas.
Ven, vamos a mojarnos...
-Encantado de conocerte atenea (no se cómo te llamas) -
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